Morgue de Zipaquirá una de las cinco más congestionadas de Cundinamarca
La Gobernación de Cundinamarca identificó los municipios donde se estaba presentando un mayor volumen de cuerpos, los cuales son Soacha, Fusagasugá, Girardot, Facatativá y Zipaquirá. Foto de referencia.
El secretario de Gobierno de Cundinamarca, Leonardo Rojas, manifestó a EL ESPECTADOR que la Gobernación identificó los municipios donde se estaba presentando un mayor volumen de cuerpos, los cuales son Soacha, Fusagasugá, Girardot, Facatativá y Zipaquirá.
Ante tan circunstancia informó que “ahora, lo que estamos haciendo es buscar cofinanciación para que, al menos en estos circuitos, en donde tenemos el mayor volumen de cuerpos, podamos realizar las necropsias sin inconveniente y sin dificultades para el equipo de Medicina Legal”
Afirmo que “el departamento tiene 116 municipios (en 108 se ha reportado al menos una muerte por COVID19) y cada uno tiene como mínimo un cementerio. Entonces, por norma sanitaria, está establecido que donde hay un cementerio debe haber una morgue. Ese es el requisito técnico. A raíz de la pandemia, se evidenció que muchas no están funcionando bien o no tienen capacidad”.
Debido a esto en medio del segundo pico por el COVID-19, donde hubo pacientes más graves que en el primer pico, de agosto de 2020, se hizo evidente la importancia de ampliar estos espacios.
“Por ejemplo, una persona que muere en un accidente de tránsito, su cuerpo lo deben entregar después de la necropsia. No obstante, esto se está demorando, pues el perito de Medicina Legal dice que no puede entrar a la morgue, porque hay cadáveres de pacientes que fallecieron por COVID-19 y eso es más que entendible”, indica Rojas.
Ante esta situación, la secretaría comenzó a realizar un inventario en los cementerios y los hospitales (los de alta complejidad, que también deben tener los depósitos) para conocer en detalle la situación y así enfocar las acciones en el departamento. Sin embargo, encontraron que muchos de estos cementerios y centros de salud no tienen las morgues adecuadas para la atención.
“Lo que pasa es que, en el caso de las instituciones de servicios de salud, hay una norma que les permite no tener morgue sino un depósito transitorio de cadáveres; es decir, un salón con un mesón para hacer las necropsias. Esa flexibilización hizo que los centros de salud se quedaran con ese depósito solamente”, advierte el funcionario.
Para lograrlo, la Secretaría de Gobierno, junto a la Defensoría del Pueblo, crearon una mesa de diálogo con los alcaldes de estos municipios. “Lo que queremos es que los alcaldes se comprometan con nosotros a plantear acciones para corto, mediano y largo plazo, pero con la meta de que, a más tardar, el 31 de marzo de este año podamos tener resueltos los problemas de estas cinco zonas, que están generando más inconvenientes”, dice Rojas.
El secretario agrega que, si no pueden construir nuevas morgues, esperan que por lo menos se trabaje en adecuar y ampliar las que ya existen, con el fin de tener más espacio en los depósitos y de esa forma garantizar la atención en caso de que los fallecimientos vuelvan a dispararse.
Fuente: EL ESPECTADOR.