En 1898, se inauguró el “Ferrocarril del Norte” que conectaba Bogotá con Zipaquirá, extendiéndose posteriormente a Chiquinquirá en 1928 y Barbosa en 1946. Originalmente concebido en 1871 para unir la región central con el valle del Magdalena y la Costa Caribe a través del valle del Río Carare, esta idea no se concretó.

El tramo Bogotá-La Caro, trazado por la actual Avenida Caracas y la Autopista Norte, se construyó en 1933 como parte del plan de expansión urbana diseñado por el urbanista austríaco Karl Bruner en la primera mitad del siglo XX.

En 1925, se inició la construcción de otra conexión ferroviaria entre Bogotá y La Caro (Puente del Común) como parte del “Ferrocarril del Nordeste” hasta Belencito, Boyacá, completándose en 1938 y aún en funcionamiento como tren de carga. El corredor Bogotá-Zipaquirá ahora ofrece servicios turísticos de pasajeros, como el Turistrén, mientras que los trenes Neogranadino y de la Sabana operan en días laborales.

A lo largo de la historia de Bogotá, la idea de revivir el transporte de pasajeros en las vías férreas ha sido recurrente. En los años 70, el Ministerio de Obras ya consideraba esta opción, y en los años 90 se avanzó en un proyecto de construcción de metro en la vía existente, adjudicado a un grupo italiano.

En 2019, se concretó el tren de cercanías a Facatativá, y en 2020, gracias a un acuerdo entre los gobiernos local, regional y nacional plasmado en el Conpes 4034, se consolidó la idea de implementar un tren de pasajeros en el norte. A pesar de las preocupaciones sobre la carga, las inversiones en la carretera perimetral de oriente y los accesos norte de Bogotá llevaron al equipo de DNP y MinTransporte a considerar viable un tren exclusivo para pasajeros, con un costo estimado de $6.8 billones en 2020.

El Regiotram del Norte, incluido en la red de movilidad proyectada hasta 2035 como tren de pasajeros, fue respaldado por el Gobierno Nacional, la Gobernación de Cundinamarca y el Distrito Capital, según lo establecido en el POT (Decreto 555 de 2021). Aunque el POT no prevé puntos de intercambio intermodal de carga a lo largo del trazado, sí identifica un anillo perimetral con vocación logística.