Francisco omite la homilía del Domingo de Ramos tras cuatro semanas sin discursos largos
En la primera gran ceremonia de Semana Santa en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco sorprendió al no leer la homilía preparada para la misa del Domingo de Ramos, marcando así la primera vez en sus once años de pontificado que toma esta decisión. Desde hace cuatro semanas, evita la lectura de discursos extensos, limitándose a rezar en voz alta solo durante los ángelus de los domingos, mientras delega la lectura de discursos en un monseñor del Vaticano.
Durante la ceremonia, Francisco no se unió a la procesión de las palmas ni participó activamente, permaneciendo sentado junto al altar. Aunque saludó a los cardenales y peregrinos al final de la misa, su decisión de no pronunciar la homilía desconcertó a muchos. El Vaticano no ha ofrecido explicaciones sobre esta medida, que coincide con las dificultades del Papa para leer en voz alta.
A pesar de omitir la homilía, Francisco pronunció el Ángelus con normalidad, condenando el atentado en Moscú y alertando sobre la crisis humanitaria en Ucrania debido a los ataques a las centrales eléctricas. Esta acción, acompañada de su solicitud de oraciones por la paz, destacó el compromiso del Papa con las causas humanitarias y de paz en medio de los desafíos.
Con la próxima agenda de ceremonias de Semana Santa, se plantea la posibilidad de que Francisco delegue todas las homilías en el cardenal Raniero Cantalamessa, como es la tradición en el Viernes Santo. Esta estrategia podría permitir al Papa participar sin necesidad de hablar, adaptándose a sus limitaciones actuales.