Impacto de La Niña en los Cultivos: Desafíos y Previsiones para el Agro Colombiano
Con la temporada de lluvias intensificándose en los próximos meses, Colombia se prepara para enfrentar un nuevo desafío en el sector agrícola con la llegada del fenómeno de La Niña. Aunque esta variabilidad climática puede traer alivio a zonas afectadas por la sequía, también plantea nuevas preocupaciones para ciertos cultivos.
Según el Ideam, aún existe incertidumbre sobre la duración y magnitud de La Niña, pero se espera que alcance su punto máximo entre octubre y noviembre. Si bien las lluvias han comenzado a llegar a regiones previamente afectadas por la sequía, se espera un clima “neutral” en los próximos meses.
La pregunta que surge es si este período, ya sea de La Niña o de El Niño, es positivo o negativo para la agricultura. Cada cadena agropecuaria reacciona de manera diferente a estas condiciones climáticas extremas, y el exceso de lluvia podría afectar negativamente cultivos como la papa, la caña de azúcar, el banano y el maíz, reduciendo su productividad.
Los expertos advierten que el aumento desmedido en las precipitaciones podría afectar a todos los cultivos. Por ejemplo, el exceso de lluvia puede provocar enfermedades como la gota en la papa, o inundaciones y enfermedades como el moko y la fusariosis en el banano, afectando seriamente la producción.
En cuanto a los precios de los alimentos, María Helena Latorre de la cámara Procultivos de la Andi señaló que es difícil predecir un incremento específico, ya que dependerá de la intensidad del fenómeno y de la capacidad de los productores para adaptarse. Sin embargo, ya se están sintiendo algunas afectaciones en zonas del país, con pérdidas en cultivos como el arroz debido a las inundaciones.
Para enfrentar estos desafíos, se recomienda a los productores implementar medidas como la construcción de drenajes adecuados y prácticas agrícolas sostenibles. Aunque La Niña podría favorecer la oferta de alimentos y los precios, las afectaciones logísticas representan un riesgo a considerar para la inflación futura. Sin embargo, con la implementación adecuada de medidas de adaptación, se puede minimizar el impacto en el sector agrícola y garantizar la seguridad alimentaria del país.