Valores humanos, principios que guíana directiva del Concejo de Cajicá parte 3

Jairo Andrés Lesmes Ayala El ‘profe’ que se autocalifica como un ‘apasionado feliz’.

Nació en Bogotá el día 2 de noviembre de 1980. Se autodenomina cajiqueño, porque este municipio le dio la bienvenida y lo acogió sin discriminación. Doña Oliva –su señora madre– lo recibió con su médico de cabecera un día domingo sobre las 10 de noche en el Hospital San Ignacio de Bogotá. Llegó a vivir a Cajicá a los cuatro años de edad, cuando su padre Jairo Antonio Lesmes, nacido en el sector de Agua Clara, en el municipio de Sabanalarga, Casanare, trae a toda la familia en la época de la ‘ruta herrera’, que se transitaba en mula, y se establece en la Fortaleza de Piedra buscando mejores condiciones de vida y oportunidades para todos. Doña Oliva Ayala es nacida en el cundinamarqués municipio de San Juan de Rioseco, que colinda con el departamento del Tolima, región colombiana que cambió su himno ‘El bunde tolimense’ por el Himno de Cundinamarca.
‘El profe Lesmes’, como se le conoce en los distintos circulos sociales, ahora más que nunca se le ‘reconoce’ porque son tres hermanos: Jairo Andrés (el concejal en mención), quien tiene la responsabilidad de ser el mayor; Wilmar Guillermo, quien quiso dedicarse a la arquitectura, pero tomando el ejemplo del hermano mayor también es docente. “Yo lo fui halando porque es amante de la lectura y lo ayudé a ubicarse en la docencia”, cuenta. Y el menor se llama Juan Pablo, quien trabaja en una empresa de Cajicá.
Por su formación de maestro, Lesmes siempre ha sido muy pilo y muy académico al mismo tiempo. Lo usual de su época estudiantil era estar ocupando los primeros puestos en calificaciones. Desde la mirada de educador tiene su propia posición respecto a las religiones. “El individuo debe actuar bien y practicar el amor hacia los demás. Personalmente conozco gente de filosofía agnóstica, que cuidan la naturaleza, respetan al prójimo, y además son padres responsables, orientadores de la verdad y la justicia”. La profesión de docente la lleva en las venas. Se ganó varias olimpiadas de matemáticas pasando a las finales departamentales. En la Universidad Pedagógica Nacional, estudió Licenciatura en Electrónica. Desde el primer semestre en esa institución de educación pública, comenzó a ejercer la docencia con sus mismos compañeros de clase, enseñándoles la matemática básica.
Se ha ganado la vida enseñando la matemática más que ejerciendo como licenciado en Electrónica. “El profesor es el encargado de ser el segundo padre, además, de ser el asignado en poder cambiar el mundo y generar valores”, sostiene el profesor Lesmes, que ocupa por primera vez una curul en el Concejo de Cajicá. Actualmente es el segundo vicepresidente de la corporación.
En lo que más les hacía énfasis a los alumnos cuando dictaba clases era en que nunca se quedaran callados, les decía que tenían que ser personas con criterios propios. En el Concejo también ha tratado de desempeñar el mismo rol: siempre trata de enseñarles a los compañeros, comparte su información, porque esa rutina intrínseca del profesor no la abandona, siempre lleva ese pensamiento pedagógico ‘en su alma de maestro’. La frase que ‘el profe’ Jairo Andrés Lesmes siempre le recalca a la gente y les deja como reflexión es:“Ante todo en la vida uno debe ser feliz. La felicidad tiene mil colores, unas personas son infelices con todo lo que tienen, y muchas personas son muy felices con lo poco que tienen, todo debe ir enmarcado en la felicidad”.

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