Con 10 años de edad, Loki demuestra que la edad es solo un número. Este labrador, de gran tamaño y corazón aún más grande, conserva el espíritu juguetón de un cachorro y la serenidad que da la experiencia.

Hace cinco meses su vida cambió cuando fue abandonado en Calahorra. Sin embargo, lejos de rendirse, mantuvo su confianza en las personas. Es dócil, tranquilo y sorprende con la enorme ternura que ofrece a quienes lo conocen.

Sus gustos son sencillos: disfruta los paseos para explorar y siente una felicidad desbordada cuando juega con su pelota favorita. Le encanta divertirse.

Loki ya está preparado para iniciar una nueva etapa. Se encuentra castrado, vacunado y desparasitado. Aunque es de gran tamaño, su mayor atributo es su inmenso corazón.

No busca cualquier hogar, sino una familia que valore la calma de un compañero leal y la paz que brinda una presencia serena, junto con el privilegio de recibir amor incondicional.

Adoptarlo es abrir la puerta a una vida llena de ternura diaria, miradas cómplices y afecto sincero.
¿Quién quiere cambiar su historia?