Ciudad Jardín: Treinta años entre la esperanza y el desasosiego (I PARTE)

Con la mirada perdida como si se tratase de un bucle en el tiempo, Johanna López Saavedra de 27 años, observa algunas plantas de uchuva y de mora que resistieron a la maquinaria traída por la contraparte, luego de la primera diligencia de desalojo llevada a cabo el 4 de marzo del 2020. Ellas son el recuerdo de lo que alguna vez fueron huertas de papa, cilantro, cebolla, cubios y nabos, distribuidas en cercos que dividían los lotes de sesenta familias que actualmente conviven con la angustia diaria de perderlo todo.

Construida en 6.230 metros cuadrados, Ciudad Jardín guarda las historias de sueños y sacrificios reflejadas en la construcción de 13 casas que son habitadas por 18 familias. Este particular barrio en forma de L, fue la promesa del controversial Mariano Enrique Porras, exconcejal de Bogotá y urbanizador pirata, quien un día manifestó haber adquirido un terreno en las inmediaciones de los barrios La Esmeralda y El Prado, solicitando dinero a quienes estaban inscritos en el proyecto. Porras fue dilatando el proceso de autoconstrucción y nunca precisó dónde estaban los recursos. Además de estafar a estas familias zipaquireñas, también lo hizo en los sectores de Engativá, en Tuluá y en los Llanos Orientales. En 2005 fue declarado culpable en algunos de los procesos con los delitos de estafa y urbanización ilegal, siendo condenado a 67 meses de prisión. Sin embargo, su paradero es un misterio.

Acompañando desde la ternura de su infancia aquella lucha incansable de Johanna y homenajeando la perseverancia de su abuelo paterno de quien heredaron el terreno, está el pequeño Samuel o ‘Sami’ que desde los cuatro meses presenció desde una pequeña silla las arduas jornadas de sus padres y de la comunidad, quienes a son de pica y pala construyeron las redes de acueducto y alcantarillado de Ciudad Jardín. “Son sesenta lotes y cada lote tiene su caja de aguas negras”. Afirma Johanna.

Movida por el sueño de tener una vivienda digna, Johanna decide que es hora de empezar a construir; es así como en el 2016 echando mano de ahorros, cesantías y préstamos inicia la maratónica labor; su tío quien es constructor viaja desde Santander y en tres meses el anhelo de la casa se materializa. En octubre de ese mismo año y aprovechando la celebración de los cumpleaños de Sammi, esta joven familia inicia una nueva vida en Ciudad Jardín.

Continuará…

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Adriana Rincón Forero. Periodista.

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