Cundinamarca se prepara para vacunación contra la Covid-19
Autoridades aseguran el departamento está listo para enfrentar las complicaciones inherentes a la vacunación. Foto: El Espectador.
El gerente del COVID-19 en Cundinamarca, Diego García, detalló que el departamento necesitará unas 70.000 vacunas para la primera fase de inmunización. 66.000 de estas son para adultos mayores.
García, (quien, fue por ocho años el director del Programa Ampliado de Inmunizaciones en Colombia), asegura que, mientras se inicia el proceso de vacunación, el departamento ha avanzado en un proceso de microplanificación, el cual ha permitido conocer el detalle de cuántas vacunas necesita cada municipio.
Añadió que se adelantan también capacitaciones del SENA a unos 200 auxiliares de enfermería sobre temas relacionados con la vacunación contra el COVID-19. En promedio y durante la primera fase, cada uno de estos tendrá que aplicar dosis a 330 personas.
El gerente asegura que Cundinamarca está preparado para afrontar este reto desde antes de la pandemia, ya que históricamente ha tenido una cobertura de vacunación del 95 % y, aunque la crisis generada por este coronavirus hizo que el promedio en otros departamentos cayera al 86 %, en su territorio este indicador solo menguó casi medio punto porcentual. “No estamos arrancando de ceros”, dijo. Sin embargo, esto no implica que la misión que reposa sobre sus hombros sea fácil.
Él y el equipo destinado a trabajar en la primera fase de vacunación tienen varios desafíos. El más grande es garantizar que las dosis, las cuales tienen que preservar a cierta temperatura para que no se dañen, lleguen a las poblaciones más apartadas, amén de toda la logística que requiere la comunicación con personas que no tienen teléfono, internet, ni mucho menos acceso a un computador ni a un smartphone.
Pero para satisfacer ese porcentaje restante en cobertura de vacunación en Cundinamarca la respuesta está en una ayuda extra que anunció el gobernador Nicolás García hace unos días, un helicóptero que transportará a los trabajadores de la salud a las zonas más remotas. Así pues, por lo menos en la planeación, quedaría resuelto el reto de la distribución, pero continúa otro y es el agendamiento de citas de quienes ni siquiera pueden consultar su turno ni inscribirse mediante el portal Mi Vacuna por carecer de cobertura de internet.
Fuente: EL ESPECTADOR