En la última semana, residentes de Bogotá han expresado preocupación por la aparición de un inusual tono amarillento en el agua proveniente de sus grifos. Aunque esta situación se limita hasta ahora a ciertas zonas de la capital, ha generado incertidumbre entre la ciudadanía respecto a la idoneidad del agua para el consumo diario.

Diego Montero, gerente del sistema maestro del Acueducto de Bogotá, aclaró que este color atípico no afecta la potabilidad del agua, proporcionando recomendaciones adicionales para su consumo seguro. Según la empresa, el fenómeno es consecuencia de trabajos operativos realizados por sus trabajadores en algunas redes de la ciudad, como parte de cambios en las plantas de tratamiento para mitigar la temporada de sequía.

“El agua amarilla está saliendo porque estamos haciendo unos movimientos operativos. Estamos cambiando la forma como llega el agua a cada una de nuestras casas, y ese cambio de velocidad en las líneas de la red de acueducto produce que se desprenda un poco de la película, generando el color en el agua”, explicó Montero.

El gerente aseguró que el agua sigue siendo potable y segura para el consumo humano. Como medida adicional, instó a los ciudadanos a comunicarse a través de la línea 116 para informar sobre el problema. La empresa se compromete a enviar un equipo de operarios para limpiar las redes de la zona afectada.

Montero también señaló que, debido al cronograma de trabajos, la situación se extenderá al menos por 10 días mientras se completan las operaciones de traslado. Enfatizó la importancia del uso eficiente del agua durante el fenómeno del Niño, sugiriendo prácticas como evitar lavar el carro, el uso de mangueras innecesarias y enjabonarse con la llave de la ducha abierta. Estas acciones no solo previenen cargos adicionales por exceso de consumo, sino que también contribuyen a evitar medidas de racionamiento en la ciudad.