El Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Agricultura han alertado al sector agrícola colombiano para que se prepare ante la inminente llegada del fenómeno de La Niña. Según Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, aunque las temperaturas oceánicas causadas por El Niño están disminuyendo, no se puede declarar su fin. No obstante, un rápido enfriamiento sugiere una transición a La Niña en el segundo semestre del año, fenómeno que podría traer lluvias intensas y sequías a distintas regiones del país.

Durante una conferencia de prensa con la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, y la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, Echeverry indicó que hay un 69 % de probabilidad de que La Niña se presente entre julio y septiembre. Este fenómeno no es común, ya que la transición usualmente toma más tiempo, similar a lo observado durante La Niña 2010-2011.

La predicción climática sugiere que en julio, con la posible llegada de La Niña, se espera un aumento significativo de precipitaciones en la mitad norte del país, afectando especialmente las regiones Pacífica, Caribe y Andina. Por otro lado, las regiones de la Orinoquía y la Amazonía podrían enfrentar déficits de lluvia, lo que afectará sistemas hídricos cruciales como el de Chingaza, que abastece de agua a Bogotá.

Susana Muhamad urgió a los responsables de la gestión del riesgo, alcaldes y gobernadores, a tomar medidas inmediatas. Destacó la importancia de actuar ahora para enfrentar la amenaza de lluvias excesivas y sequías en diferentes partes del país. Los eventos climáticos extremos, como las recientes inundaciones en Cali, subrayan la necesidad de preparación y adaptación a la variabilidad climática.

Jhenifer Mojica, ministra de Agricultura, advirtió sobre el impacto potencial en el sector agrícola y pecuario. Recomendó a los productores de los Llanos orientales prepararse para la disminución de lluvias, mientras que en las regiones Caribe y Andina deben anticipar posibles inundaciones.

Medidas de Prevención Recomendadas

1. Priorizar zonas vulnerables a inundaciones, deslizamientos y otros eventos extremos a través del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
2. Vigilar puntos críticos de emergencia y reforzar medidas de prevención, especialmente en áreas afectadas por La Niña 2010-2011.
3. Fortalecer cuerpos operativos para responder eficazmente a desastres.
4. Establecer sistemas de alertas tempranas con participación comunitaria para posibles inundaciones y movimientos en masa.
5. Desarrollar jornadas de limpieza en ríos, quebradas y canales para evitar acumulación de residuos y prevenir inundaciones.
6. Realizar mantenimiento de desagües y canales en vías principales y caminos rurales.
7. Adelantar jornadas de limpieza en bocatomas con la comunidad para proteger los acueductos.
8. Evitar acumulación de basuras en áreas rurales y mantener los depósitos de basura tapados para prevenir vectores.

Estas medidas son cruciales para mitigar el impacto de las lluvias y sequías asociadas con La Niña, garantizando una mejor preparación y adaptación al clima cambiante.