Conoce el arte de la venezolana Mari Menez

Título del cuadro: El Caballero. Foto: Francisco Jeanton.

Radicada en Colombia, de ancestros wayúu actualmente se encuentra desarrollando una propuesta artística en el enfoque arte y memoria, vinculada con la temática del Alzhéimer. Fotos: Archivo personal. Sección Arte, Diseño, Fotografía y Deporación.

La artista venezolana Mari Menez (1977), de ancestros wayúu y afrodescendientes, es licenciada en artes, mención investigación y museología, también magíster en ciencias de la educación, mención gerencia educativa, diversos estudios en salud mental, se dedicó a la dirección de museo y a la docencia universitaria durante 8 años en las áreas de dibujo, técnicas de expresión, historia del arte, historia del diseño de modas y patrimonio de bienes culturales.

La artista. Foto: John Frech. EL OBSERVADOR.

Partió de su país de origen hace 11 años, dedicándose al arte terapia a través del retrato y autorretrato, vivió en Estados Unidos de Norteamérica. Hoy radica en Bogotá, Colombia, su mayor influencia plástica se encuentra en la investigación de Henri Rousseau, a nivel pedagógico sus bases teóricas remiten las enseñanzas de Jean Jacques Rousseau sobre el estado natural del hombre. Su linaje indígena la hacen tener un sentido de pertenencia entre Colombia y Venezuela, no evidenciando fronteras entre estos dos territorios, así nace la marca WAYA by Preciado –Menez (diseño y elaboración de mantas wayúu como soporte para obras de arte).

Su trayectoria supera los 20 años, en diversas exposiciones internacionales,  investigaciones, participaciones poéticas impresas y digitales. Actualmente se encuentra desarrollando una propuesta artística en el enfoque arte y memoria, vinculada con la temática del Alzhéimer, ella posee el gen de riesgo de esta enfermedad. Su trabajo se representa con imágenes de gallos y otros elementos referidos a una ordenanza nostálgica que la vincula con su padre. Para ella los gallos son melancolía de la infancia, todo lo que no quiere olvidar, pero sobre todo es el reflejo de las enseñanzas, la educación familiar, hacer siempre lo correcto, haciéndole ver la masculinidad con admiración y respeto, tal cual como fue expuesto por Freud y Lacan.

Adrián Preciado. Historiador del Arte y Artista Visual.

Cuadro: Prohibido hacer el amor en cuarentena. Foto: John Frech. EL OBSERVADOR.

Mari Menez cuenta sus historias a través de una pintura surrealista y simbólica, con una calidad plástica impecable y conceptual sólida, intimista en los sentidos, en los elementos que esconden sus obras no escatima en abordar distintos temas, tratarlos con conciencia, responsabilidad, sobre todo, sin perder el hilo conector existente en todos sus trabajos, los gallos.

Para abordar de una manera más concreta la obra de Mari Menez debemos intentar reconocer los códigos que se encuentran en cada una de sus investigaciones. Aunque parezca que sus obras pertenecen a una única investigación, el espectador que contempla sus pinturas tiene la posibilidad de descubrir un universo de referentes que están escondidos, referentes de novelas, libros y canciones,  metadiscursos íntimos que en algunos casos se encuentran entre líneas o historias someras que podemos ir hilando como los fascículos de una novela que se pública cada semana.

  De la misma manera que se hace spoiler con las historias o series que nos gustan, me atrevo a enunciar sobre uno de los temas de investigación que representa, podemos apreciar con acierto el deseo que siente Menez por mantener vivos los recuerdos que su padre con alzhéimer deja ir lentamente, se niega a perder las historias que vivió con Don Marcos, representándolo como “Caballero” o “Presidente” según podemos observar en dos obras de la serie Gallus Memories.

Texto: Adrián Preciado.

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