Aunque las lluvias han regresado a Bogotá y sus alrededores, la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca ha emitido una alerta sobre el futuro del agua en la región del altiplano cundiboyacense. Con cerca del 80% de la población del país asentada en esta zona, pero solo el 20% de la oferta hídrica nacional disponible allí, el desabastecimiento de agua se convierte en un desafío crucial. De acuerdo con los análisis de la CAR, el 72% de los municipios en Cundinamarca enfrentan riesgos de escasez de agua, lo que ha llevado a la implementación de un Plan de Acción Cuatrienal (PAC) para proteger este recurso vital.

El PAC prioriza la gestión del agua como elemento clave para la preservación de la biodiversidad. La demanda de agua, dividida en un 46% para actividades pecuarias, un 44% para agricultura y un 7,7% para uso doméstico, ha ejercido presión sobre las fuentes hídricas superficiales, como ríos, lagos y represas. Para abordar este problema, el plan se enfoca en garantizar un acceso equitativo y sostenible al agua mediante una planificación adecuada de la oferta y la demanda, junto con la conservación de los ecosistemas productores de agua.

Además de los desafíos relacionados con el agua, la CAR está intensificando sus esfuerzos para combatir la contaminación del aire, especialmente en municipios con altos niveles de emisiones industriales. La presencia de material particulado proveniente de fuentes móviles y fijas, como vehículos motorizados y plantas de producción, ha elevado los niveles de contaminación en áreas como Soacha, Mosquera, Nemocón y el corredor industrial del norte de La Sabana, entre otros.

Además, la región enfrenta un déficit de bosques, con solo el 14,3% de su territorio cubierto por zonas boscosas. Esta situación, combinada con la amenaza para numerosas especies de flora y fauna, requiere acciones de conservación urgentes. El PAC también aborda la degradación del suelo, identificando la erosión como un problema significativo que afecta al 34% del territorio.

En respuesta a estos desafíos, la CAR está desarrollando estrategias para la conservación de especies amenazadas, la protección de áreas clave como humedales y zonas productoras de agua, y la implementación de medidas para mitigar la erosión del suelo. Estos esfuerzos son cruciales para garantizar la sostenibilidad ambiental y el bienestar de las comunidades en Cundinamarca y sus alrededores.