El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, anunció el miércoles 24 de enero de 2024, la declaración de estado de calamidad pública en el departamento, respondiendo a las graves consecuencias ocasionadas por el fenómeno de El Niño en la región. Esta medida busca agilizar la gestión de recursos necesarios para hacer frente a emergencias, particularmente los incendios forestales provocados por las altas temperaturas.

La Gobernación de Cundinamarca destaca que la declaratoria de calamidad pública permitirá ejecutar de manera rápida los parámetros contractuales y presupuestales esenciales para contrarrestar el impacto negativo sobre los recursos naturales del departamento. Además, se implementará un plan de acción específico para atender emergencias, prevenir eventos adicionales derivados del fenómeno de El Niño, y establecer un plan de contingencia ante posibles desabastecimientos.

Jorge Emilio Rey señaló la importancia de trabajar en conjunto con organismos del orden nacional para hacer frente a las consecuencias del fenómeno climático. Asimismo, solicitó a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) que priorice a Cundinamarca, dada su especial susceptibilidad a sufrir las consecuencias del fenómeno.

El gobernador expresó su agradecimiento a diversas entidades, incluyendo la brigada XVII del Ejército Nacional, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Bomberos Cundinamarca, la Cruz Roja, la Defensa Civil, y la Policía Nacional, así como a los alcaldes de los municipios afectados, por su decidido apoyo en la lucha contra los incendios forestales.

Nemocón ha sido uno de los municipios más afectados, con 180 hectáreas de vegetación impactadas por las llamas. Las autoridades locales solicitaron el apoyo de un helicóptero con sistema Bambi Bucket para combatir el fuego, y el gobernador confirmó la respuesta positiva de la Ungrd y el Ejército Nacional, quienes enviaron el helicóptero a la vereda La Puerta. Además de Nemocón, se informó sobre ocho incendios activos en otros municipios como Zipaquirá, Chocontá, Machetá, San Francisco, y Tocancipá, lo que evidencia la magnitud del desafío al que se enfrenta Cundinamarca.