ÉXITO: Egan, ¿qué tengo que hacer para volverme ciudadano de tu país?

“Allí se hacen las cosas con pasión y con convencimiento de que estás haciendo lo correcto y estás dando tu máximo esfuerzo”

Por: Javier Jaramillo |las2orillas.co Foto: Instagram @eganbernal

En un planeta a punto de reventar por una sobrepoblación de más 7.000 millones de personas, hay un país —uno solo— que realmente podemos llamar del primer mundo: el país de Egan.

En el país de Egan tienen eso que todos los demás persiguen infructuosamente: el éxito. Pero además, y como si no fuera suficiente, este país de un único habitante tiene otra gran ventaja: es joven y tiene futuro.

¿Pero qué hace diferente al país de Egan de los casi 200 países que hacen parte de la ONU? ¿Por qué es exitoso en medio de tanto desastre? Por varias cosas… y los países deberían aprender algunas de ellas:

El éxito no llega solo y sin esfuerzo. Requiere de algo muy escaso en este mundo hiperconectado, donde todos queremos ser millonarios instantáneos. Y aquí está la primera clave: talento. El de verdad: el que marca la diferencia haciendo algo tangible que produce resultados.

Pero… si las redes desbordan de vidas perfectas y logros infinitos ¿no es acaso por el talento? No necesariamente; y es que aquí viene la segunda clave: sacrificio. Ese que te permite un esfuerzo adicional cuando podrías quedarte solo en cumplir.

Y como es apenas lógico, eso nos lleva a la siguiente razón: proceso. Y es que para todos está claro que Roma no se construyó en un día. Pero las más grandes fortunas del mundo son mayoritariamente de este joven siglo; y aunque son realmente tan pocas que son más una excepción que la regla, se convirtieron en el imaginario de todos.

Y es que al ir revelando la receta se hace cada vez más sencilla; porque el último ingrediente es constancia. En los buenos momentos —cuando es relativamente fácil—, pero sobre todo en los malos —cuando estás a punto de abandonar y te hacen creer que fue suerte—, ahí es cuando se hace la diferencia entre los que perduran y los que son flor de un día.

¡Talento, sacrifico, proceso y constancia!

¿Cómo una receta que está a la mano de todos no es de aplicación general? ¿Cómo no la venden en gotas o hay un multinivel que la comercialice?

Y aquí, otra vez, el país de Egan nos muestra la importancia de tener una cadena de producción que trabaja con el mismo objetivo, que está aceitada para ejecutar un trabajo meticuloso y perfectamente bien planeado. “Ganar como resultado de lo que haces”, no simplemente ganar como un objetivo que se debe cumplir a cualquier costo.

Y es que en el país de Egan, cada miembro del equipo cumple con su labor; pero no porque le toque, sino porque está convencido de que esa labor es fundamental para que el país gane. Pero además, cada miembro se siente recompensado y valorado por su trabajo; y cuando alguien debe utilizar presión o incluso palabras fuertes, no es tildado de maltratador u homofóbico, sino que es entendido como una manera de dar ánimo y fuerza. En el país de Egan, está bien visto obtener una recompensa y disfrutarla. Así eso mismo esté al alcance de muy pocos, pero se convierte en el aliciente para esforzarse y lograr el suyo. En este país está bien visto pedir la bendición y acogerse sin vergüenza a ella.

Y sobre todo en el país de Egan se hacen las cosas con pasión y con convencimiento de que estás haciendo lo correcto y estás dando tu máximo esfuerzo.

Egan, ¿qué tengo que hacer para volverme ciudadano de tu país? Porque en el mío ya no soy útil, pero sobre todo perdí el amor que tenía por él y así es muy jodido que funcione.

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