Las autoridades han informado que más de 40 hectáreas de frailejones han sido consumidas por las llamas en Santander. Durante los últimos días de enero, se ha observado una alarmante serie de incendios forestales en diversas áreas del país, afectando a departamentos como Antioquia, Santander, Córdoba, Valle del Cauca, Cundinamarca y Boyacá.

Aunque se sospecha que algunos incendios pueden haber sido causados por acciones humanas, el fenómeno de ‘el Niño’ se señala como el principal responsable de esta cadena de incendios. Uno de los lugares más afectados es el páramo de Berlín, en Tona, Santander, donde las llamas han persistido durante más de 40 horas, destruyendo toda la vegetación a su paso. Las autoridades informan que al menos 40 hectáreas de frailejones han sido consumidas y calcinadas, un hecho preocupante debido a que, según los expertos, esta planta tarda un año en crecer apenas un centímetro.

El impacto va más allá de la pérdida de biodiversidad y la belleza natural. Los frailejones desempeñan un papel fundamental en sus ecosistemas, ya que, como señaló ‘Frailejón Ernesto Pérez’ hace poco más de un año, tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de agua. Amalia Díaz, del Hermario Instituto Humboldt, explicó a ‘Caracol Radio’ que “el aporte a la captura del agua, gota a gota, hace al frailejón único en la naturaleza, ya que puede almacenar hasta 40 veces su propio peso en agua. Esto es fundamental para alimentar ríos y quebradas que, a su vez, abastecen directamente a 17 millones de personas en todo el país”.

Considerando que esta especie crece solo un centímetro por año, la reposición de las hectáreas de frailejones calcinados se presenta como una tarea casi imposible. Es relevante recordar que el frailejón es catalogado por el Ministerio de Ambiente como una especie emblemática de los páramos colombianos, siendo esencial para el sostenimiento de este ecosistema. Ante esta situación, la gravedad del impacto ambiental se hace evidente.