A pocos días del cierre del plazo establecido por el Ministerio de Ambiente para recibir observaciones al proyecto de resolución que define los lineamientos para el ordenamiento territorial de la Sabana de Bogotá, representantes de los municipios del área expresaron su inconformidad por no haber sido convocados a espacios de diálogo que permitieran debatir de manera amplia los impactos y alcances de dicha normativa.

Según manifestaron, el Ministerio se había comprometido directamente a establecer mesas de escucha con las autoridades locales para construir colectivamente un modelo de ocupación territorial. Sin embargo, ese compromiso no se cumplió, a pesar de la existencia de una solicitud formal por parte de la Procuraduría General para retirar la publicación del proyecto de resolución y garantizar la participación ciudadana.

Desde los municipios se ha insistido en la necesidad de regular el crecimiento urbano, proteger los ecosistemas y ordenar el territorio en torno al agua, en equilibrio con actividades económicas sostenibles y reconociendo el valor estratégico de la región para la competitividad nacional. No obstante, al no abrirse el diálogo ni definirse una postura clara frente al fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, se teme que la discusión quede reducida a lo jurídico y procedimental, perdiéndose así una oportunidad histórica de concertación territorial duradera y legítima.