|Páramo de Sumapaz|: el gigante hídrico de |Colombia| que permanece cerrado al público

En el corazón de Colombia, a pocas horas de Bogotá, se encuentra el Páramo de Sumapaz, el más grande del planeta y una de las joyas naturales más estratégicas del país. Este ecosistema de alta montaña, declarado área protegida y actualmente cerrado al público, es vital para el futuro hídrico nacional, ya que regula el agua de importantes cuencas que abastecen a millones de personas en Bogotá, Cundinamarca, Huila y Meta.
Con más de 141.000 hectáreas protegidas por el Parque Nacional Natural Sumapaz, este ecosistema hace parte del complejo Cruz Verde – Sumapaz y representa cerca del 43 % del total del área protegida, según datos del Instituto Humboldt (2017). Desde allí nacen ríos fundamentales como el Tunjuelo, Blanco, Guape, Ariari, Duda, Cabrera y el mismo Sumapaz.
El páramo se divide en tres zonas: subpáramo, páramo y superpáramo, cada una con estructuras ecológicas únicas que albergan especies endémicas. Rodeado por el bosque andino, este entorno actúa como una esponja natural que absorbe humedad y garantiza una distribución eficiente del agua hacia zonas más bajas.
Uno de los símbolos del páramo es el frailejón, planta que solo crece en estos ecosistemas y que tiene la capacidad de condensar agua del aire para luego liberarla al suelo, regulando el ciclo hídrico. Este vegetal, junto con la biodiversidad del lugar, lo convierte en un reservorio biológico, genético y ecológico de gran valor para la conservación, la investigación y la educación ambiental.
Aunque esta región fue afectada por el conflicto armado, hoy el Páramo de Sumapaz se perfila como un eje clave para la protección ambiental en Colombia. Su acceso restringido responde al compromiso con la conservación de un ecosistema tan frágil como esencial para el equilibrio hídrico del país.