La Superintendencia de Salud ha dado un paso crucial este 3 de abril, interviniendo en la EPS Sanitas y, posteriormente, en la EPS con mayor cantidad de afiliados en Colombia: Nueva EPS, según confirmó Laura Sarabia a El Espectador.

Nueva EPS, una de las EPS más influyentes del país, atiende a una vasta cantidad de usuarios, con 10,9 millones de afiliados distribuidos en 4,7 millones en el régimen contributivo y 6,1 millones en el régimen subsidiado. Luis Carlos Leal, superintendente de Salud Nacional, explicó en una conferencia de prensa los motivos tras esta intervención, señalando que “son similares a los que encontramos con la EPS Sanitas, donde ninguna de las dos cumple con los requisitos financieros habilitadores para ejercer sus funciones, como el patrimonio adecuado y el régimen especial de reservas técnicas”.

Además, se anunció que Jesús Alberto Rincón Ramírez ha sido designado como interventor, y el representante legal de Nueva EPS, quien remplaza a Rincón, ha sido separado de su cargo.

Nueva EPS respondió que aún no han sido notificados oficialmente sobre esta medida, y están a la espera de un pronunciamiento oficial de la Superintendencia de Salud. Sin embargo, tras las declaraciones de Leal en la rueda de prensa, se sugiere que la entidad ya ha sido notificada, aunque no se han hecho nuevos comentarios al respecto hasta el momento.

Este acontecimiento sigue a la reciente salida de José Fernando Cardona como presidente de Nueva EPS, con Aldo Cadena asumiendo su puesto. Cadena, un experto en Derecho Laboral y Seguridad Social, ha sido designado en medio de una serie de cambios significativos en la estructura de liderazgo de la entidad.

Esta intervención se produce un día después de la intervención sorpresa de la EPS Sanitas, que cuenta con más de 5,7 millones de afiliados. Ambas intervenciones se han basado en el incumplimiento de requisitos financieros y otros factores, según lo afirmado por la SuperSalud.

Si bien estas medidas intentan garantizar la continuidad de los servicios de salud para los usuarios, algunos expertos expresan preocupación sobre el impacto a largo plazo y la necesidad de reformas estructurales en el sistema de salud colombiano.