Tragedia en Armero: Un Recuerdo Doloroso que Persiste
Armero un pequeño pueblo colombiano, ha quedado marcado por una tragedia que aún resuena en la memoria colectiva. El 13 de noviembre de 1985, la erupción del volcán Nevado del Ruiz desencadenó una serie de eventos catastróficos que cambiarían la vida de miles de personas.En la madrugada, la actividad volcánica provocó el deshielo de las capas de hielo y nieve en la cima del Nevado del Ruiz, generando lahares mortales que descendieron a gran velocidad hacia Armero. A pesar de los intentos de alerta, la magnitud de la tragedia sobrepasó las capacidades de respuesta. La avalancha de lodo y escombros arrasó con todo a su paso, destruyendo viviendas y dejando a la población indefensa.El desastre se cobró la vida de más de 20,000 personas, convirtiendo Armero en un símbolo de la vulnerabilidad ante la furia de la naturaleza. Las imágenes desgarradoras de sobrevivientes buscando entre los escombros y cuerpos sepultados conmocionaron al mundo. La falta de recursos y una coordinación ineficiente exacerbaron el impacto devastador de la tragedia.A lo largo de los años, se han implementado medidas de prevención y monitoreo en áreas volcánicas, buscando evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse. Sin embargo, el recuerdo de aquel fatídico día persiste en la memoria de quienes perdieron a seres queridos y en la conciencia colectiva del país.Hoy, Armero es un lugar de conmemoración y reflexión. Se erigieron monumentos en honor a las víctimas, recordándonos la fragilidad de la existencia humana frente a la fuerza implacable de la naturaleza. Aunque el tiempo ha pasado, la tragedia de Armero sigue siendo un recordatorio de la importancia de la prevención y la solidaridad en momentos de crisis.