Transformación Académica: La Inteligencia Artificial como Herramienta para Ajustarse a las Demandas Sociales
En el reciente foro organizado por el Diario La República y la Universidad EAN sobre el rol y los desafíos que enfrenta la academia frente a la Inteligencia Artificial (IA), destacados líderes como Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad EAN; Esmeralda Velandia, directora de Innovación y Emprendimiento de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB); y Natalia Jaramillo, líder de Educación de Microsoft, discutieron el papel fundamental de las universidades en el fomento del pensamiento crítico y la formación en áreas como ciberseguridad y gestión de datos.
Baptiste enfatizó que, si bien se ha hablado de IA desde finales del siglo pasado, su actual relevancia radica en la capacidad de poner estas herramientas al alcance de profesores, personal administrativo y estudiantes para innovar y acelerar procesos. Para la rectora, la IA no representa una innovación radical, sino una herramienta para agilizar el análisis de Big Data y potenciar capacidades analíticas. Además, resaltó cómo la IA se ha integrado en la gestión administrativa de la universidad, permitiendo ajustarse a las demandas de la sociedad.
Por su parte, Jaramillo subrayó la importancia de fomentar el pensamiento crítico entre los estudiantes para aprovechar al máximo las posibilidades de la IA. En este sentido, destacó el papel de la tecnología en la generación de interacciones innovadoras en el ámbito académico.
Velandia señaló que aquellos que no adopten la IA en su día a día podrían quedarse rezagados en el mercado laboral. Desde la CCB, promueven iniciativas para acercar la tecnología a los empresarios, reconociendo su potencial para optimizar procesos y resolver problemas a nivel global.
Sin embargo, las panelistas también destacaron los retos y desafíos que rodean a la IA, especialmente en áreas como la ciberseguridad y la ética. Coincidieron en la necesidad de investigar y establecer políticas públicas alineadas con los avances tecnológicos.
En última instancia, se abordó la preocupación sobre si la IA reemplazaría empleos. Según Jaramillo, si bien la tecnología asume roles anteriormente desempeñados por humanos, también actúa como habilitadora y mejora la productividad y la calidad del trabajo.
En resumen, la IA representa una herramienta poderosa para transformar la academia y adaptarla a las necesidades cambiantes de la sociedad, pero su implementación requiere una reflexión ética y una cuidadosa consideración de sus implicaciones sociales y laborales.