Valores humanos, principios que guíana directiva del Concejo de Cajicá Parte 2

Wilson Echeverría Sánchez “Yo soy pueblo, yo soy canción, yo soy calle”

Es bogotano de nacimiento, pero cajiqueño de cuerpo y alma, pues lo trajeron desde muy pequeño a vivir en este municipio. Su familia comenzó la travesía por este territorio como habitantes del ‘sector de la 15’, muy conocido por los habitantes de la vereda El Canelón, lugar donde se ve la abundancia de hortalizas; allí se lavan la zanahoria, la remolacha, lechugas y varias hortalizas. Es un importante sector agrícola del municipio. Su familia lo educó con una concepción religiosa católica, creyente. Para su madre Dios es su prioridad, No va seguido a la iglesia, pero cree que todos somos parte de Dios, que es un Dios verdadero: esa filosofía se debe transmitir con acciones hacia los demás, asegura Will, como popularmente le dicen sus amigos y lo conocen en el pueblo. El ahora concejal, líder social por años, expresa que “debemos ser consecuentes con las acciones, en términos de empatía y bondad hacia las personas”. En su familia son tres hermanos, y “yo soy el sándwich, el de la mitad”, dice Will con una sonrisa, característica de su personalidad. Por esta posición dentro de la familia siempre fue conciliador. En su infancia fue un niño tranquilo pero muy curioso, experto en manualidades adquiridas por vía genética de su padre, que también se llama Wilson. La curiosidad le invadía todas sus ideas, puesto que su papá siempre montó fábrica de confecciones. Este oficio viene de parte de sus abuelos, que eran sastres. Los sentaban en sus piernas y les enseñaban a poner botones y a hacer otras manualidades que conlleva el arte de la sastrería, relata Will. Sobre esta historia de sus ancestros reflexiona, hilando fino: “Me gustaría confeccionarle un traje de dignidad a Cajicá, hacer algo importante que le permita al municipio sentirse respetado, progresista, y que las personas que lo representan políticamente, ojalá trabajen seriamente y con mucha responsabilidad por nuestro municipio”, manifiesta.
Tiene las tres especialidades en su desempeño profesional: es diseñador, es asesor de moda, confecciona sus propios vestidos y lleva la vena musical que heredó de su padre. También es percusionista y segunda voz, y por gajes del oficio, en defensa de la comunidad, terminó en las lides del quehacer político. “Si Superman vuela, yo también puedo hacerlo, pero para ayudar a la gente, ayudar a las personas que no se saben defender”. Wilson es el parlante de las personas que no tienen voz, para eso llegó al Concejo, para que se escuche a la gente. Él siempre sintió la necesidad y vio la oportunidad de transmitir imágenes para contar lo que pasa en la sociedad. Por esa razón se metió en el mundo de las redes sociales; se compró una buena cámara y comenzó a registrar en imágenes hechos y situaciones en los que se requería de la ayuda solidaria.
El actuar de este polifacetico cajiqueño por adopción tiene mucho eco. Siempre despiertan interés sus acciones en defensa de la comunidad. De ahí nació la formación periodística que tiene, que es la misma reportería ciudadana, dice con convicción Echeverría.

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