2.200 millones de personas no tienen agua
Pozo de la Nutria, en el Páramo de Guacheneque. Foto de Christian Galvis. (Reproducida de El Gran rio Bogotá. CAR, 2019).
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La idea de celebrar el 22 de marzo como Día Mundial del Agua se remonta a 1992, año en el que tuvo lugar la Conferencia de Naciones Unidas sobre “El Medio Ambiente y el Desarrollo”, en Río de Janeiro (Brasil).
¿Para qué sirve establecer “días internacionales”?
Apartándonos de las numerosas celebraciones inventadas por la sociedad de consumo, desde el enfoque de los Derechos Humanos, “los Días Internacionales -afirma la ONU- nos dan la oportunidad de sensibilizar al público en general sobre temas de gran interés, como los mismos derechos humanos, el desarrollo sostenible o la salud. Al mismo tiempo, pretenden llamar la atención de los medios de comunicación y los Gobiernos para dar a conocer problemas sin resolver que precisan la puesta en marcha de medidas políticas concretas”.
“Recuperemos el valor del agua” Bogotá y Cundinamarca firmaron el pacto llamado “Recuperemos el valor del agua” en la conmemoración del Día Mundial del Agua; por medio del cual se busca la creación de herramientas de formación para fortalecer el cuidado y la conservación del agua en la región mediante la cultura ciudadana y ambiental.
Este pacto se propone formar a 500 líderes ambientales para robustecer la red de protectores; así como socializar las estrategias de cultura del agua desarrolladas en Bogotá y Cundinamarca para enriquecer los procesos educativos. Veamos a continuación algunos indicadores mundiales sobre la actual situación del agua:
• En el planeta 2.200 millones de personas viven sin acceso al agua potable, es decir 1 de cada 3 personas.
• El clima extremo ha causado más del 90% de los desastres mayores en la última década.
• Si limitamos el aumento del calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, podríamos reducir la sequía causada por el clima hasta en un 50%.
• Para 2040, se proyecta que la demanda mundial de energía aumente en más del 25% y que la de agua se incremente más del 50% Por ello, con mayúscula clarividencia, el Papa Francisco afirma: “Los más elementales derechos humanos están en riesgo cuando no se respeta la salud de los océanos”.