La pensión obligatoria en Colombia es un sistema de ahorro crucial para la seguridad financiera en la vejez, requiriendo una cantidad mínima de semanas cotizadas para poder acceder a ella. Tradicionalmente, esta cifra ha sido de 1.300 semanas, equivalentes a aproximadamente 26 años de trabajo, junto con la edad correspondiente: 57 años para mujeres y 62 para hombres.

Sin embargo, un cambio significativo está en camino. Tras la revisión de una demanda por parte de la Sala Plena del alto tribunal sobre el derecho de las mujeres a una protección especial en la seguridad social, la Corte Constitucional decidió ajustar este requisito. A partir del 1 de enero de 2026, las mujeres podrán jubilarse con tan solo 1.000 semanas cotizadas.

Este cambio no ocurrirá de inmediato. Según el fallo, la implementación se realizará de manera progresiva. Desde el 1 de enero de 2026, se reducirán 50 semanas de cotización. Luego, a partir del 1 de enero de 2027, se eliminarán 25 semanas adicionales por año, hasta que para el 1 de enero de 2037, las mujeres puedan optar por la pensión con 1.000 semanas cotizadas.

Esta medida busca corregir una discriminación indirecta, ya que, según señala Paola Suárez, profesora de Derecho Laboral de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de La Salle, los hombres tienen un periodo más largo para cumplir con el requisito de cotización, lo que implica una desigualdad en el acceso a la pensión.