“Trabajando en flores levanté sola a mis dos hijos y pagué mi casa”
En el especial Mes de la mujer, hoy destacamos a Gloria Clemencia Ardila, ejemplo de tesón, pensionada de empresa de flores que levantó sola a dos hijos y los hizo profesionales. Foto: Edilberto Devia. EL OBSERVADOR.
Gloría Ardila es una de las miles de heroínas que han logrado levantar hogares ejemplares con empleos sencillos y duros, como lo es el del cultivo de flores. Cuenta que por diversas situaciones se separó del padre de sus dos hijos cuando estos estaban pequeños, pero “trabajando en flores levanté sola a mis dos hijos y pagué mi casa”.
Actualmente vive en el Barrio La Estación, de Cajicá, donde nos recibió para contarnos cómo educó a sus dos hijos: John Alexander y Leidy Yicel Giraldo Ardila. “Fue muy duro, me levantaba todos los días a las tres de la mañana, preparaba todo para mis hijos y los dejaba listos para coger el transporte que los llevaba a la escuela, en tanto yo me iba al cultivo a trabajar desde las cuatro o cinco de la madrugada” narró.
Por las tardes al regresar del trabajo recogía a sus hijos en la escuela, los llevaba a la casa, los atendía y ayudaba con sus tareas. Explica que les dio estudio a sus hijos hasta bachillerato y paralelamente pagaba su casa.
Fue así como con esfuerzo esta dama nacida en Bogotá cumplió su sueño: “Les di a mis hijos una casa, donde no llevaran reclamos de nadie, con esfuerzo les ofrecí su techo propio”.
Con orgullo precisa que sus hijos le han dado gratas retribuciones, pues ambos siguiendo su ejemplo de esfuerzo, se graduaron como profesionales. “El varón se graduó de ingeniero eléctrico y ahora está montando su propio taller en Zipaquirá y la hembra trabajó y se pagó en estudios de Contaduría Pública, luego de arreglarme mi casita se fue a Australia, donde aprendió el idioma inglés, reforzó sus estudios y ahora ejerce su profesión” detalló.
Se califica ‘felizmente pensionada’ y asegura que disfruta de su pensión y de las llamadas de sus dos nietas. Comenta que el Día Internacional de la Mujer es importante, no por los regalos sino por el recordatorio de cómo las mujeres “hemos adquirido derechos y obligaciones conquistadas paso a paso, con tiempo, por lo que ya no estamos sometidas a lo que el hombre quiera, y mucho menos a maltratos”.
“Mi mensaje para los lectores es que las mujeres debemos seguir luchando para demostrar que si podemos, que merecemos respeto y que no solo somos para criar a los hijos, atender el esposo y el hogar, sino también podemos ejercer diferentes roles y cargos en la sociedad”, concluyó.
Texto: Roy SALAS ADÁN.