Creadores en retiro. La soledad y el encierro alimento en tiempos de pandemia. Artistas y artesanos de Sabana Centro hablan de su hacer en tiempos de pandemia.

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Textos: Héctor TABARES ORTIZ. Fotografías: Julio LEÓN R.

Doce reconocidos creadores entre artistas y artesanos de la región, le dicen al mundo que la soledad y el encierro son alimento en tiempos de pandemia. El grupo Chunuguá lo logró, y EL OBSERVADOR y el PORTAFOLIO MUNICIPAL DE ESTÍMULOS de Cajicá 2020 lo propiciaron.

La función es presentar a los lectores y usuarios virtuales una puntual información acerca de cómo ha girado la rueda de las vidas de aquellos hombres y mujeres en el lapso del 1 de marzo de 2020 hasta hoy.   Las entregas la iniciamos el año anterior con Martha Cecilia FLORIAN, maestra en muñequería en tela de costal de yute. POR FAVOR, VERSE SU CRÓNICA AQUÍ.

Continuamos con ´Los Natos´, los hermanos José Ignacio CASTELBLANCO – Carlos CASTELBLANCO, maestros de la escultura, que trabajan muy bien en piedra, madera y bronce. POR FAVOR, VERSE SU CRÓNICA AQUÍ.

ESTA VEZ,

Beatriz GÓMEZ de MORENO – ´Triz Go´

“¿Qué pasa?, uno empieza a caer y caer en ese pesimismo: miro allá, se me olvida que hay pandemia… voy al río, se me olvida, y allá está Dios que me está dando esto tan lindo”.

´Triz Go´ nació en Bogotá y reside entre la capital y Cajicá.

– Me cogió la pandemia COVID-19, felizmente en Cajicá.

Trabaja la pintura al óleo, paisaje, bodegón y retrato. Es investigadora de la obra de Ricardo Gómez Campuzano, su padre y de su tío Enrique Gómez Campuzano. Autora y Editora de los libros EL PINTOR DE LA LUZ Ricardo Gómez Campuzano 1891-1981, Bogotá, 2003. Y del CATÁLOGO RAZONADO RICARDO GÓMEZ CAMPUZANO, Bogotá, 2010.

Estudió Piano y Composición en la Universidad Nacional de Colombia. Estudió Artes Plásticas en Universidad de los Andes, y en Mount St. Vincent Academy… Ha participado en más de 100 exposiciones entre individuales y colectivas en Colombia y en el exterior y en numerosas subastas de arte.

 Sobre la pandemia

 Una vez flexibilizadas las medidas contra la COVID-19, la tarde que la visitamos en su finca en la vereda Canelón de Cajicá, de parte nuestra guardando todos los protocolos sanitarios, nos sorprendió que la maestra Beatriz GÓMEZ de MORENO nos recibiera con la tranquilidad de un día sin pandemia, sin tapabocas, y tendiéndonos su mano con sumo afecto. Nos sorprendió, porque por todas partes uno se encuentra con personas haciendo uso del tapabocas, lavado de manos en distintas actividades, y pidiendo a la población cuidarse y protegerse. Pero cuando ya entramos en el diálogo ameno que sostuvimos con ella, creímos encontrar la razón de su comportamiento. Ella está convencida de que el virus fue creado “por los comunistas” en un laboratorio chino, pese a la falta de evidencias en ese sentido. Y da un paso más e indaga en su experiencia llena de preguntas sin respuesta, de acciones inconscientes:

– ¿Qué pasa con lo de la pandemia? Para muchos todo es gris, todo es feo, detestable, pero son los comunistas los que están trabajando en todo este rollo; y ¿qué pasa?, uno empieza a caer y caer en ese pesimismo: miro allá, se me olvida que hay pandemia… voy al río, se me olvida, y allá está Dios que me está dando esto tan lindo. ¿Entonces qué? Pues yo echo a un lado la visión negativa que sobre la pandemia tiene la otra gente; eso que dicen que cuidarse y no sé qué, pero no se puede una quedar muriéndose de angustia y de tristeza y de todo porque allá está mi Dios ayudándonos. Y aquí los comunistas bregando a hacerse cargo del mundo entero, entonces confiemos en él miremos la naturaleza.

 Por ahí, cientos de personas llenan las calles, los parques con proclamas, en plena oleada de rebrotes de COVID-19. Son anti mascarillas y se extienden por el mundo como otra pandemia sin cura y difícil de erradicar.

De hecho, casi tres de cada diez estadounidenses cree que el virus fue creado en un laboratorio, según una encuesta de Pew Research.

 El punto culminante llega cuando mete el dedo en la llaga y expresa su posición política frente al tema:

– Yo no creo en lo de la pandemia porque eso fue una cosa que inventaron los comunistas, y está mal hecha. Tenemos una hija que es un genio en Biología y dijo: “Mami eso está mal hecho y le hace falta tal y tal y tal cosa y por eso no pueden conseguir vacunas, no van a conseguir vacuna, a los gringos los tienen fregados, a las otras personas que son como medio comunistas y que están volviéndose como Cuba y como Venezuela, incluyéndonos a nosotros, no les están echando el virus, pero a todos los que ellos consideran sus enemigos se los parrandearon”. Y eso es así y estoy segura de que el único que puede sacarnos de este rollo es Dios, porque ellos, los chinos, están mandando porque tienen la sartén por el mango, tienen todo el dinero por todas las cosas sucias que ellos saben, toda su falta de creer en Dios, en cualquier religión que sea. ¡Y todo lo manda es el vil dinero! ¿Nosotros estamos esperando que nos pongan una vacuna? ¡Olvídate! Eso lo sana es Dios y los santos”.

Nosotros callamos. Recordé: “tras semanas de confinamiento y de distancia social, hasta el espíritu menos creyente experimenta un ansia de Dios”.

– La parte artística la tengo suspendida en cuanto a pintar, pero hay una cosa que uno siempre goza y es mirando el paisaje, el movimiento del sol, cómo salen las sombras, cómo caminan adelante del sol y cómo va cambiando todo y cómo va cambiando en el mismo sitio que es una belleza. Hay horas del día en que todo es espectacular y hay horas en que todo es realmente triste, pero todo eso le sirve a uno para el día en que se siente. La mayoría de las veces yo me salgo afuera y miro hacia el jardín, porque los árboles van echando su sombra y va caminando, y a medida que el sol se va echando hacia el Occidente la sombra lo sigue y a medida que el sol se vaya acostando la sombra ganó, y entonces ahí es cuando uno pone a pensar en el famoso poema, el Nocturno III de José Asunción Silva: “… Y eran una, y eran una, ¡y eran una sola sombra larga!”.

 La maestra ´Triz Go´ confirmaba así que la situación tan inédita y global provocada por la pandemia, hace que muchas personas cuando pueden, como ella, paseen por un bosque, palpen un árbol, contemplen un jardín, caminen por la arena o por la playa o simplemente vayan a un parque de la ciudad. Que valoren las pequeñas plantas que tienen en el patio, en el balcón, que se solacen con los árboles que ven desde la ventana, los pájaros que se posan en los cables de la energía o en la barandilla del vecino, que se han convertido en terapeutas de primer orden en las ciudades.

– Como a varios artistas, me pidieron desde un museo de Bucaramanga dos dibujos, inspirados en el tema de la pandemia. Yo mandé dos pinturas. Estos días algo he estado pintando, lo que no he podido hacer muy bien son las líneas rectas. Estoy pintando un campanario porque me fascinan los campanarios de las iglesias, y tengo una serie de campanarios incluido el campanario de la Iglesia de Cajicá. Los campanarios no permiten que uno se tuerza porque si no se caen. Solo he pintado en esta época de pandemia el boceto del nieto.