ESPECIAL / Dura tarea viene para el Gobierno en diálogo con sectores sociales
La multiplicidad de actores y la dimensión de sus peticiones así lo indican.
REDACCIÓN EL OBSERVADOR. FUENTE: EL TIEMPO.
Avanzar en el estudio de siete peticiones, de las que habló ayer jueves el Comité Nacional del Paro, será uno de los principales desafíos que viene para el Gobierno Nacional en la búsqueda de diálogo con la ciudadanía y las organizaciones sociales, el cual pretende superar la situación actual y atender las reformas sociales que reclaman diferentes sectores del país.
Las peticiones fueron explicadas por varios voceros de la instancia que ha promovido las movilizaciones sociales de los últimos días, durante una audiencia pública que el Senado organizó para escuchar sus argumentos.
Por más de cinco horas y de manera virtual, el Senado escuchó a sindicatos, estudiantes e indígenas, quienes hablaron sobre la problemática social del país y pusieron sobre la mesa la negociación de siete peticiones para entablar el diálogo con el Gobierno Nacional.
Entre los sectores sociales que dieron sus puntos de vista en el Congreso y que hacen parte de las manifestaciones estuvieron sindicatos como la CUT, la CGT, la CTC y Fecode; organizaciones indígenas como Onic, Orivac y el Cric, y cuatro estudiantes universitarios, entre los cuales estuvo la líder Jennifer Pedraza, recordada por su participación en las movilizaciones de finales de 2019.
En la sesión en el Senado también se escucharon otros puntos de vista, como los de gremios de la producción como la Andi, Asobancaria, Camacol, Colfecar, Acopi, la SAC, Confecámaras y el Consejo Gremial.
Y también participaron instancias como Dignidad Agropecuaria, Marcha Patriótica, la Confederación de Transportadores, Ascun, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, entre otros. Por el Gobierno estuvo el ministro del Interior, Daniel Palacios. En la sesión no hablaron los senadores.
¿Qué dice el comité?
La gran conclusión fueron las siete peticiones que los voceros del Comité Nacional del Paro presentaron y de las que hablaron este jueves en el Congreso.
La primera es el retiro de la reforma de la salud y el fortalecimiento de una masiva vacunación; la segunda, una renta básica de por lo menos un salario mínimo, y la tercera, la defensa de la producción nacional (agropecuaria, industrial, artesanal y campesina).
Una cuarta petición de los organizadores de las movilizaciones son subsidios a las mipymes y empleo con derecho y una política que defienda la soberanía y seguridad alimentaria; la quinta, matrícula cero y no a la alternancia educativa; la sexta, no discriminación de género, diversidad sexual y étnica, y la séptima, no privatizaciones y detener las erradicaciones forzadas de cultivos de uso ilícito y aspersiones aéreas con glifosato.
Y para financiar estas propuestas, el Comité de Paro ha dicho que los recursos están en préstamos del Banco de la República, uso de las reservas internacionales, renegociación de la deuda externa, eliminación de exenciones tributarias a los grandes capitales individuales y a las grandes empresas nacionales y extranjeras, controles a la evasión, a los paraísos fiscales y a la corrupción.
Algunos de los puntos que plantea el Comité Nacional de Paro coinciden con lo propuesto por el Gobierno Nacional para este diálogo, entre los cuales están la vacunación masiva, una reactivación segura y desarrollo social (empleo, emprendimiento, pymes, comunidades étnicas y campesinas), la no violencia, la protección a los más vulnerables, la estabilización de las finanzas públicas y la matrícula cero.
Sin embargo, la multiplicidad de organizaciones sociales y la dimensión de los reclamos escuchados este jueves en el Senado hacen prever que el ejercicio de diálogo y consenso que está buscando el Gobierno Nacional no será sencillo y requerirá de mucha paciencia de todas las partes.
Óscar Gutiérrez, delegado de Dignidad Agropecuaria, se quejó por varios acuerdos que, según él, el Gobierno les ha incumplido. “Hemos dicho que queremos un diálogo directo con el Presidente de la República a fin de que podamos encontrar unos caminos para desentrabar la situación que se está presentando y que haya soluciones ciertas para las comunidades”, afirmó.
Elizabeth Quiñónez, una de las voceras del Comité Nacional de Paro, también mostró varias inconformidades de las organizaciones sociales con el Gobierno Nacional, especialmente relacionadas con la vacunación y la renta básica.
Para ella, se debe “privilegiar la renta básica para 10 millones de familias” y que esta “debe entregarse a las mujeres que hemos sufrido con la pérdida de nuestros empleos”.
Hablar con todos
Varios analistas consultados por EL TIEMPO coincidieron en que el diálogo que se viene con las organizaciones sociales no parece sencillo y requiere de ciertos pasos.
Para el académico Juan David Cárdenas, “la solución no está en seguir dialogando” con “los mismos actores que hacen parte del problema (partidos y congresistas); tampoco con las organizaciones que representan intereses sectoriales, pero que no son vistas como representativas (gremios y sindicatos). Incluso el Comité del Paro es solo uno de muchos actores detrás de las protestas”.
Yann Basset, director del Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, afirmó que “hay una circunstancia difícil, y es que la protesta es una manifestación de descontento generalizado, que no responde a una organización particular, y menos a un líder, por lo cual no hay un interlocutor único y obvio para el Gobierno Nacional”.
Los voceros de los estudiantes alzaron su voz durante la Audiencia Pública Nacional, donde, en su mayoría, coincidieron que el país necesita un giro para para que la salud y la educación sean derechos fundamentales. pic.twitter.com/SLAuUIrTr0
Y para Sandra Botero, doctora en Ciencia Política de la Universidad de Notre Dame, “es esencial que el Gobierno y el Presidente entiendan que las protestas son manifestación de un descontento profundo con diferentes temas”.
Según la experta, “hay gente movilizándose por muchas y diversas razones, que tienen que ver, en parte, con la coyuntura pandémica que vivimos, pero que van más allá”.
“Creo que el Presidente tiene que empezar a generar confianza entre los diferentes actores y se tiene que sentar a hablar con todo el mundo. Ese es su trabajo”, dijo Botero, quien agregó que la tarea que tiene el Gobierno ante sí no es fácil: es convocar a múltiples sectores para bajarle la temperatura al ambiente y tiene que hablar con todo el mundo”.
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