El pasado viernes 04 de febrero falleció a sus 85 años el santandereano Eduardo Rodríguez, fundador de Turistrén, empresa que se dedicó a rescatar locomotoras antiguas, convirtiéndolas en íconos de Bogotá y la Región Sabana.

Rodríguez tenía el don de armar y desarmar una locomotora, casi a ojo cerrado. Su pasión inició cuando apenas era un niño que esperaba ansioso el ferrocarril que lo llevaba desde Arcabuco (Boyacá) hasta Bogotá. Años después, movido por sus habilidades con las matemáticas estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad de Santander.

Una vez culminó el pregrado, recibió una beca otorgada por Ferrocarriles Nacionales para estudiar en Inglaterra “Viví dos años y medio en Mánchester y estudié todo el tema ferroviario. Fue una época increíble en mi vida porque además me abrió muchas puertas”, cuenta Rodríguez.

A su llegada a Colombia, trabajó con Ferrocarriles Nacionales, donde se movió en los talleres de Flandes (Tolima), Chipichape (Cali) y en el del noreste en Bogotá. En esta última etapa con la empresa, Eduardo conoció a su esposa Patricia y al mes de ser novios le propuso que se fuera a vivir con él a Francia, a donde debía ir para hacer una interventoría en los ferrocarriles de ese país.

Después de recorrer durante años países como Inglaterra, Francia y Japón, restaurando y aprendiendo sobre las locomotoras, y tras la desaparición de los Ferrocarriles Nacionales, Rodríguez abrió su propia empresa familiar de trenes turísticos , junto a sus dos hijos, Andrés y Carolina.

El OBSERVADOR, extiende sus condolencias a la familia de Eduardo Rodríguez y reconoce su importante huella en la región.

FUENTE: REVISTA SEMANA

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