Héroes cotidianos: Haciendo camino al andar
Por: Edward Johnn Silva Giraldo. Doctorando en Psicología Universidad Santo Tomás.
El poeta Antonio Machado decía “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. Y Joan Manuel Serrat agregó esta frase en su canción “Cantares”. Toda una metáfora de vida que dialoga con los procesos migratorios dignificantes.
…Con un maletín cargado de emociones, recuerdos y esperanzas, emprendieron un largo camino. Ligeros de equipaje, con el corazón lleno de nostalgia y expectativas, viajaron por horas. Cruzaron puentes, fronteras y climas extremos de intenso viento, calor y frio, pero se arroparon con las palabras sabias de los abuelos para afrontar la travesía y las adversidades.
Caminaron como dice Rene de calle 13 “sin brújula, agendas y mapas”. Algunos viajaron con la familia, con niños, adultos mayores, y otros solos o con algún amigo. Muchos con nostalgia y tristeza en la mirada, pero fuerza en el andar. Y la mayoría con el anhelo de construir un futuro mejor para sus hijos.
Algunos encontraron una mano amiga y un lugar seguro a donde llegar. Otros han abierto caminos en medio de la incertidumbre. Y la mayoría ha construido camino al andar.
Son nuestros hermanos que migraron, y llegaron con la perseverancia marcada en la suela gastada del zapato a compartir sus saberes en los lugares de acogida.
Hoy en las ciudades y regiones del país confluyen saberes de distintas culturas. Por ejemplo, la arepa pabellón, las empanadas, las hallacas y los tequeños sazonan la diversidad y dialogan con el sancocho y el ajiaco que invitan a la comensalidad como experiencia de encuentro intercultural. Por ello, surge la siguiente pregunta ¿cómo promover amistad social para la hospitalidad entre todas las personas? Cuándo será que cantaremos la estrofa de Rubén Blades y Calle 13 “Nacimos de muchas madres pero aquí sólo hay hermanos”.