Misión de la NASA choca contra un asteroide
El día 26 de septiembre la misión de la NASA choco deliberadamente una nave espacial contra un asteroide para desviar ligeramente su órbita, una prueba clave para demostrar la capacidad de evitar en un futuro que los objetos cósmicos destruyan la vida en la Tierra.
Esto solo lo hemos visto en cines y es como un gran asteroide siempre amenaza la tierra ya se en películas como Armageddon, impacto profundo o el día del fin del mundo y en la mayoría de ellas solo existe una forma de salvar al planeta ´desviar el asteroide´.
IMPACT SUCCESS! Watch from #DARTMIssion’s DRACO Camera, as the vending machine-sized spacecraft successfully collides with asteroid Dimorphos, which is the size of a football stadium and poses no threat to Earth. pic.twitter.com/7bXipPkjWD
— NASA (@NASA) September 26, 2022
Como se planeo
La NASA en noviembre del año pasado lanzó la sonda y esta tardó diez meses en alcanzar su destino final al impactar a unos 6,15 kilómetros por segundo a la pequeña luna asteroide Dimorphos (160 metros de diámetro), que orbita a un compañero más grande conocido como Didymos (780 metros), en un sistema de asteroides binarios. Cabe aclarar que los dos asteroides elegidos para este misión de la NASA no representaban amenaza para el plantea que ambos pasan a miles de millones de kilómetros de la tierra
El objetivo
Con esta prueba los científicos podrán contar con datos suficientes para evaluar la efectividad de mitigación ante posibles asteroides que en un futuro amenacen con estrellarse contra la Tierra, determinando la mejor manera de aplicarlo a futuros escenarios de defensa planetaria.
El Por qué
Cada año una media de 19 asteroides pasan relativamente cerca de la Tierra, no es de extrañar que a lo largo de nuestra historia hayamos recibido el impacto de varios de ellos con resultados diferentes. La mayoría han sido pequeños meteoritos que se han desintegrado en su paso por nuestra atmósfera, pero otros fueron enormes y letales como el que acabó con los dinosaurios. Uno de los últimos sustos nos lo hemos llevado con el meteorito Chelyabinsk, que explotó en 2013 en el cielo ruso causando ciento de heridos y millones de euros en gastos materiales.