Opinión: ‘Responsabilidades éticas y legales sobre lo que compartimos en redes’
La Columna del Capi. Por: Capitán de Bomberos Álvaro Farfán Vargas. Delegado Departamental de Bomberos Cundinamarca. Foto de referencia.
Si bien es cierto que la Constitución Política de Colombia nos permite a todos los ciudadanos un derecho fundamental, como lo es el de la libertad de expresión, también es claro que este derecho tiene unos limitantes legales y éticos; en donde lo que expresamos, no puede ser vulnerativo, ni violatorio a los derechos de los demás a gozar de un buen nombre y una reputación.
A veces de manera irresponsable abusamos de este derecho a la libre expresión para atacar, juzgar o lanzar apreciaciones subjetivas y fuera de contexto, que legalmente nos podrían meter en aprietos jurídicos o disciplinarios.
Es por ello, que siempre debemos evaluar de manera previa y objetiva cada cosa que publicamos o compartimos por redes, y pensar sobre el impacto que estas pueden generar sobre todo cuando pertenecemos a entidades o instituciones que prestan un servicio público, ya que con ello, no sólo se estaría comprometiendo a quien realiza las publicaciones, sino de manera indirecta a la institución a la cual se pertenece.
Es allí donde aparecen dos palabras claras cuyo significado debemos tener presente, estas son la mesura y la ética. Pues aunque estamos en todo el derecho de estar en desacuerdo, o pensar diferente; este debe estar inmerso en algo tan lógico, como lo es el respeto y la claridad sobre los argumentos que se van a utilizar, para llevar todo a un sano debate, que permita la construcción de acuerdos, soluciones o dar claridades a posibles malos entendidos.
Si en nuestras publicaciones utilizamos ofensas, insultos, generamos señalamientos o acusaciones sin fundamento, no se logrará el objetivo deseado y por el contrario estaríamos enviando un mensaje subliminal de odio, discriminación o de resentimiento social, que podrá generar un efecto bumerán hacia nosotros y hacia las entidades de las que hacemos parte.
Es por lo anterior, no debemos dejarnos arrastrar por fanatismos, ni pensamientos viscerales o solo querer pretender llamar la atención con publicaciones alarmistas o amarillistas, pues algo que debemos mantener por encima de cualquier cosa y que no podemos dejar extraviar en el calor de los debates, son nuestra credibilidad y reputación que son pieza clave del éxito de cada individuo.